Una persona que participó en la manifestación de estudiantes de optometría del IPN nos relata sus recuerdos:
“Tuvimos en nuestras manos el documento preliminar de la Ley, donde decía que para ejercer la Optometría, se requería tener Título de Optometrista y Cédula profesional. No recuerdo quién nos dio el documento y donde lo estábamos leyendo. Estábamos muy contentos. Pero eso fué como un Orgasmo, se sintió muy padre pero duro muy poco tiempo .
El día que se publico el Diario Oficial, fuimos a comprarlo y para nuestra sorpresa, la palabra Optometrista había desaparecido por arte de magia; solo decía carreras ramas de la Medicina, pero en ningún lado decía Optometría.
Como siempre nos tomaron el pelo y seguramente las cadenas de ópticas dieron dinero para desaparecer el renglón donde decía Optometría.
El día de la marcha fuimos creo que todos los alumnos de la carrera y varios maestros. La fecha no la recuerdo. Me acuerdo que fui a esa manifestación; íbamos rodeados de patrullas de policía.
Nos recibieron en el Palacio Nacional, a una comisión, de tres o 5 personas, dentro de las cuales, desde luego estaba yo; pero nunca hablamos con el Presidente, creo que nos atendió algún Secretario de la Presidencia. Nos prometieron hacer llegar nuestras peticiones a quien correspondiera, posiblemente al Secretario de Salud (ya no me acuerdo bien)
Hubo otro plantón frente a la Secretaría de Salubridad. Me acuerdo que yo no iba a ir porque había tenido una cita no se donde, les ofrecí a todos los que se supone que iban a ir, maestros y alumnos, que si terminaba temprano me uniría a ellos.
Así fue, llegue y mi sorpresa fue que había como 15 estudiantes y ningún maestro, los pobres tenían cartulinas con letreros de peticiones. Cuando me vieron llegar, les volvió el alma al cuerpo, porque estaban solos. Los guaruras de la Secretaría, cerraron las puertas y desde lejos se les veía que debajo del saco cargaban tremendas armas que parecían casi rifles por el tamaño. Pedimos hablar con el Secretario de Salubridad. Después de un rato vino un achichincle y pidió que entraran solo 3 personas. Así que entramos tres personas y paso lo mismo que el día del Palacio Nacional, nunca te recibe el mero mero, solo un secretario. Nada sucedió después de eso, como siempre.
Estos son unos pocos recuerdos.
Yo la verdad deje de interesarme por completo, todos los esfuerzos fueron en vano.”